sábado, 20 de noviembre de 2010

PROGRAMA 19 de noviembre de 2010

Ayer, Jueves 18 de noviembre, el escritor Josep Maria Castellet, nombre esencial en la historia de la cultura catalana de las últimas décadas, ha ganado hoy el Premio Nacional de las Letras, dotado con 40.000 euros, en reconocimiento a su trayectoria literaria.
La balanza se ha inclinado a favor de Castellet porque, a lo largo de su vida, con sus obras y con su actividad como editor, "ha servido de puente" entre la cultura catalana y la del resto de España, según señalaron a Efe fuentes del jurado, que también han tenido en cuenta los libros de memorias del premiado.
En esta edición del Premio Nacional de las Letras, el más importante en el ámbito literario después del Cervantes, Castellet, según diversas fuentes consultadas, competía con candidatos como Juan Eduardo Zúñiga, Agustín García Calvo, Emilio Lledó, Luis Mateo Díez, Bernardo Atxaga, Javier Marías y Enrique Vila-Matas.
Este premio lo convoca cada año el Ministerio de Cultura para distinguir la trascendencia de un autor y de su obra, escrita en español, gallego, catalán o euskera.
Impulsor de la legendaria antología "Nueve novísimos poetas españoles", Castellet (Barcelona, 1926) fue el primer presidente de la Associació d'Escriptors en Llengua Catalana (1978-1983). Su trabajo editorial lo ha desarrollado como director literario de Ediciones 62 y Ediciones Península, y como consejero y presidente (2002) de Grup 62. Desde el año 2006 es decano de la Institució de les Lletres Catalanes.
Crítico literario y ensayista, fue el principal teórico y defensor en Cataluña del "realismo histórico". La antología "Poesia catalana del segle XX" (1963), coescrita con el crítico Joaquim Molas, se considera el "manifiesto" de dicha tendencia.
A partir de 1968, la intención crítica de Castellet evolucionó hacia el estructuralismo. Desde esa perspectiva escribió los ensayos "Iniciación a la poesía de Salvador Espriu" (1971) y "Josep Pla o la raó narrativa" (1978).


lunes, 15 de noviembre de 2010

PROGRAMA 12 de noviembre de 2010

En de viernes a viernes nos hacemos eco de la noticia “ La nueva ortografía desata el debate sobre uniformidad o diversidad”.

La semana pasada 11 representantes de las 22 Academias de la Lengua Española se reunieron en San Millán de la Cogolla (La Rioja) para cerrar el texto de la nueva edición de la Ortografía. A falta de su ratificación por el pleno de las academias que tendrá lugar el día 28 en Guadalajara (México), la obra sustituirá en diciembre a la edición anterior, de 1999.

Una de las grandes novedades de la nueva Ortografía reside en proponer un solo nombre para cada letra: la i griega pasará a llamarse ye mientras uve sustituye a denominaciones como be baja o be corta. Las academias perseguían favorecer la unidad de una lengua de por sí muy unitaria -con más de un 80% de vocabulario común a ambos lados del Atlántico-, pero el mero anuncio de la propuesta ha levantado una polémica transoceánica que hierve, sobre todo, en Internet. Si en España se llora por la i griega, en América se vierten lágrimas por la be corta.

Humberto López Morales, de la Academia Puertorriqueña, responsable del Diccionario de americanismos y, como secretario general de la Asociación de Academias, miembro sin voto de la comisión de la Ortografía, explica desde su despacho de la RAE el juego de equilibrios que dio lugar a los cambios: "Se debatió mucho ese tema, pero mucho, mucho, mucho", insiste, "y se llegó a un acuerdo: se aceptaba uve -mayoritario en España- a cambio de que se aceptara el ye de algunas zonas americanas". López Morales recuerda que la defensa más ardiente de la ye vino de la Academia Mexicana, cuyo peso demográfico es indudable: es el primer país del mundo por el número de hablantes de español (104 millones de un total de alrededor de 450; más del doble que el segundo: Estados Unidos, con 45 millones).

Los cambios que se han realizado son estos:

- Los nombres de las letras. Se unifican los nombres de algunas letras que variaban en las distintas áreas geográficas. Así, en la nueva ortografía se imponen la be y la uve a la be alta y be baja; la ye a la i griega, y la doble uve a la uve doble.

- Letras que ya no son. La ch y la ll quedan suprimidas formalmente del alfabeto. Las letras del abecedario serán 27.

- El solo y los demostrativos. La RAE recomienda no poner tilde ni a los pronombres demostrativos ni al adverbio solo, ya que el riesgo de confundirlos con los demostrativos que determinan a un nombre o el adjetivo solo se produce muy raramente.

- Guion, sin tilde. Palabras como guion, hui, riais, Sion o truhan se consideran monosílabos y, por lo tanto, no llevan tilde.

- Sobre la o en: 4 o 5 y no 4 ó 5. Hasta ahora, la conjunción "o" se escribía con tilde cuando aparecía entre cifras (4 ó 5 millones). Ya no.

- Catar y no Qatar. Se escribe Irak, Catar y cuórum y no Iraq, Qatar o quórum.



El mes de noviembre es el mes del Tenorio, de nuestro ilustre vallisoletano José Zorrilla. Y como ilustre escritor y vecino vallisoletano vamos a rendirle un pequeño homenaje interpretando unas escenas aunque no del Tenorio, sino de su última obra: Traidor, inconfeso y mártir que escribió en 1849 .

Traidor, inconfeso y mártir




“Paul McCartney. La Biografía”
Peter Ames
VICEVERSA EDITORIAL

Tras la reciente aparición de la biografía sobre John Lennon, escrita por Philip Norman, en mi opinión, la mejor hasta la fecha de las muchas publicadas desde hace tres décadas sobre el Beatle más controvertido, nos llega otra dedicada a Paul McCartney.

Escrita por el periodista norteamericano Peter Ames Carlin, diría que sin llegar al detallismo y la intensidad de la investigación ofrecidos por Norman para el caso de John, ésta que tiene como protagonista fundamental al Beatle zurdo, sin embargo, ni decepcionará a sus fans más acérrimos ni dejará indiferentes a todos aquellos lectores que quieran adentrarse por primera vez en la personalidad y la aportación artística del compositor de obras maravillosas como ‘Yesterday’, ‘She’s living home’ o ‘Mull of Kintyire’. La obra arroja nueva luz –no olvidemos que sobre McCartney existen hasta la fecha no menos de 25 volúmenes biográficos distintos disponibles– sobre sus vivencias en el seno de los Beatles además de ahondar y ofrecer nuevos planteamientos interpretativos sobre lo que fue su vida tras la disolución del cuarteto de Liverpool, en el seno de los Wings, primero; y durante su muy prolífica carrera en solitario hasta la actualidad, a continuación. El autor se basa en lo investigado a lo largo de bastantes años y en un puñado de nuevas entrevistas realizadas a amigos y gente muy cercana; desde compañeros de actividad musical y colaboradores de toda índole, hasta otra tipología de protagonistas, todos ellos pero que muy cercanos a la vida del personaje biografiado. Un elemento catalizador de la trama es la presencia constante al lado de Paul de Linda Eastman, primera esposa y compañera artística infatigable a su lado durante casi treinta años.

Sí que es verdad que el retrato ofrecido es, en apariencia, básicamente amable acorde a la imagen que en términos generales tenemos del bueno de Paul, aunque si se lee entre líneas, la perspicaz descripción aportada por Carlin, nos acaba desvelando la vida de un músico cuya personalidad, en muchos aspectos caprichosa y cambiante, podría acabar pareciendo mucho más complicada aún que la de su ex compañero y amigo tristemente desaparecido hace ya treinta años. A valorar, además, el estilo literario empleado por el autor de esta biografía que logra entremezclar de forma admirablemente amena datos vitales y musicales de Paul McCartney e ir limando algunas de las aristas surgidas durante el relato. Sin embargo, la sensación que a uno le queda al concluir la lectura del libro es que el personaje es más intrincado de lo que podría pensarse a priori y que restan unos cuantos cabos de su vida por atar (o aclarar), es la prueba más fehaciente de que muchas veces las apariencias engañan y de que el lobo es capaz de vestirse de corderito siempre que ello resulta necesario.

Como resumen, se afirma en la promo editorial que ha acompañado al lanzamiento que “ésta es la clase de libro que el trabajo en solitario de Paul McCartney se merece: entusiasta aunque crítico, una nueva evaluación que redime lo mejor de su trabajo en solitario sin ocultar lo peor, al tiempo que presenta una aguda visión general del periodo de los Beatles, como parte de una vida muy activa, creativa y personal que sigue en la brecha”. Aunque podría suscribir estas afirmaciones casi en su totalidad, prefiero sugerir a todo lector potencial que se lance a la aventura. Un tipo como McCartney merece por muchas razones –la mayoría se explican en el libro– la atención y el esfuerzo a realizar.